Mi rostro está partido en dos. Una mitad es una sombra que se desvanece. La otra soy lo que intuyo y pienso de mí, y los que los demás intuyen y piensan de mí, lo que proyecto a los demás, nada. El disfraz de un payaso anónimo.
La realidad habita en la sombra que se fuga, en mi parte sin nombre, la que intenta no caer cayendo, adelantándose a la muerte muriendo en la carrera, la que intenta no golpearse golpeándose.
Mí sombra soy yo, una oscuridad que avanza sin nombre entre espinas, lastimándose a ciegas con manos torpes y bestias para el amor.
Mi sombra soy yo, una herida que nunca cicatriza, una lengua purulenta con ojos que derraman palabras infectadas de vacío. Palabras que me atraviesan con imágenes inasibles. Imágenes que sigo con mis pies sombríos y sangrantes.
Mi sombra es la luz que me ilumina el camino de la ceguera.
La realidad habita en la sombra que se fuga, en mi parte sin nombre, la que intenta no caer cayendo, adelantándose a la muerte muriendo en la carrera, la que intenta no golpearse golpeándose.
Mí sombra soy yo, una oscuridad que avanza sin nombre entre espinas, lastimándose a ciegas con manos torpes y bestias para el amor.
Mi sombra soy yo, una herida que nunca cicatriza, una lengua purulenta con ojos que derraman palabras infectadas de vacío. Palabras que me atraviesan con imágenes inasibles. Imágenes que sigo con mis pies sombríos y sangrantes.
Mi sombra es la luz que me ilumina el camino de la ceguera.
Me encanto la imagen y muy buen ensayo :)
ResponderEliminarLa sombra: Fiscal de nuestro vivir
ResponderEliminarTestigo silencioso que nos mantiene a raya.
Si llegamos a mentir(nos) nos sonríe y nos mira como diciendo "a mi no me la contés"
La sombra: Bulto negro que nos interroga:¿a dónde vas?¿dónde me llevás?