Prólogo

La imagen que he publicado en el título y en el perfil funciona como prólogo, ya que está íntimamente relacionada con la función del blog. La cual sería filtrar las imágenes a través nuestro, a través de nuestros marcos teóricos y a través de nuestras experiencias de vida. Aquí no hay simulacros de "realidad", no se intenta crear ese efecto, tampoco el efecto de lo verídico.
El ojo, somos nosotros, el agujero, el recorte que hacemos de la realidad para filtrarla por la totalidad de nuestro organismo.
El análisis de las imágenes girara más en torno a lo poético que a lo científico. Intentaré de igual manera hacer una síntesis de estos dos aspectos mencionados.
Es una invitación para que abordemos las propuestas desde la absoluta subjetividad.
Desde la opinión, hasta el más profundo análisis, serán bienvenidos, ya que lo importante de esto es, simplemente, disfrutar del sentir que nos pueden provocar las imágenes.

miércoles, 16 de junio de 2010

REVELARSE


Re-velarse o volver a velarse, a cubrirse uno mismo. Lo inevitable de la revelación, como la palabra lo indica. Por eso la imagen del rostro es parcial, nunca se vera su totalidad. Jamás nos descubriremos en nuestra totalidad, por eso la necesidad del otro que nos refleje, que nos interprete. Incluso la palabra no podrá nombrarnos totalmente, ya que ella también es una parcialidad nuestra, la imagen que tenemos de nosotros no somos nosotros. Esa imagen es una representación. Por eso la palabra también es revelación. Nos vuelve a cubrir en el momento del nombramiento. Por eso el laberinto, el espejo, el perderse para encontrarse y el encontrarse para perderse. Sólo hay un momento, el momento previo al nombramiento, el parto, el pujar la palabra, la pre-dicción. Visionar el pasado del nombrar. El pre- infinitivo ( Espejo en el centro del laberinto ).

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